CUENTO DE NAVIDAD - LA PRECIOSA HADA

Casi se ha convertido en una tradición, al igual que el año pasado,
quiero celebrar con vostr@s estos dias, a modo de cuento!! 
Espero que os guste!!
  
FELICES FIESTAS!!!

En un mundo lleno de magia y belleza vivía una Preciosa Hada, 
 aun no había llegado a la edad adulta, así que disfrutaba de una
 niñez llena de fantasía, aprendiendo encantamientos, 
 hechizos y conjuros.

  Tenía que familiarizarse primero con la varita estrellada, en ella,

 solo se encontraban poderes básicos, como transformar una flor

 en una mariposa, una piedra en una seta, incluso podía convertir

 a un saltamontes en un precioso colibrí.

Muchas veces, La Preciosa Hada, no podía evitar observar y
 disfrutar de la grandeza de su reino, de la naturaleza salvaje que la
 rodeaba, de la inmensidad y el color del cielo, que muchas veces
 surcaba con largos vuelos, ya que sus alas aunque eran
 pequeñas, ya estaban fuertes.

Le gustaba acompañarse de su pequeña espada, no era una

 espada normal, ni siquiera tenía filo, la espada era mágica, poseía
 un poder muy especifico, con determinadas palabras especiales
 que solo ella sabía, podía cambiar el tiempo, las tormentas, la
 lluvia, el sol, las estaciones podían ser largas o cortas, según el
 antojo de La Preciosa Hada.

Cuando estaba feliz, que era casi siempre, lucía un sol esplendido,

 pero apenas hacía calor, también le gustaban los días de lluvia, así

 se formaban arco iris gigantes, llenos de luz y de colores vivos, a
 La Preciosa Hada, le encantaba volar y saltar entre ellos!

A su espada mágica, la tenía en gran estima, no solía separarse de
 ella, no fuera que se perdiera o cayera en manos inadecuadas y
 comenzara a jugar con el tiempo, las plantas y los animales se
 pondrían tristes, a ella le gustaba consultarles que tiempo
 preferían que hiciese y casi siempre, les hacía caso.

Pasaba mucho tiempo con su hermana, La Pequeña Hada del 
Bosque, con ella, aprendía mucho sobre animales y plantas,
 estudiaban juntas muchos hechizos para ayudar a los habitantes
 del bosque, aunque a veces los encantamientos, se les escapaban
  de las manos y no controlaban los tamaños, por ejemplo, a una
 piña recién caída, la quisieron convertir en un precioso bambi,
 pero algo no hicieron bien, el tamaño del ciervo era minúsculo!
 Sería un gran problema para él, los depredadores le darían
  caza sin lugar a dudas!

Así que las dos hadas empezaron a pensar y a buscar una solución
  lógica para el problema, La Preciosa Hada, fue a por su cayado
  mágico, y empezó a decir unas palabras en voz muy bajita, La

 Pequeña Hada del Bosque, apenas las oía, no dejaba de

observarla para aprender de ella todo lo que podía!!

Hasta que por fin, la preciosa hada levantó su cayado, diciendo un

 nuevo encantamiento, la Pequeña Hada del Bosque la imitó y en

un plis-plas, el ciervo se hizo grande, y se fue corriendo, no sin
 antes darles las gracias!! Las dos hadas muy felices y contentas
 agitaron una su varita y la otra su cayado, a modo de celebración!!

La Preciosa Hada, ya se estaba haciendo mayor, le habían
  empezado a crecer unos preciosos cuernos, que la hacían parecer
 temible, pero que solo eran un rasgo que determinaba su gran
 poder, sus cuernos eran el símbolo de su reinado.

 Los animales la admiraban tanto por su belleza, como por su

 bondad, ella siempre los ayudaba, los cuervos, aves inteligentes

 y audaces, siempre venían a verla, para hacerle bromas y ella

 siempre las recibía de buen grado.

La magia ya no era un misterio para ella, ya tenía pleno dominio
 sobre todas las cosas, hablaba el idioma de todos los animales,

se podía comunicar con los arboles y plantas, si ella se lo pedía

 se convertían en gigantescos guerreros, sabía transformarse en

 viento y comportarse como él, la luna era su amiga y cuando

 necesitaba luz en la noche, ella se la proporcionaba.

Continuará...