ERIZOS DE MAR, MACETAS Y ALGUN LORO PARA LA ENTRADA

Tenemos una entrada muy grande y estamos haciendo pruebas, hoy os voy a enseñar una de ellas, "el
 experimento", ya os aviso es un tanto especial, consta de una tabla de planchar antigua, erizos de mar,
 macetas y algún que otro loro. Sinceramente no sé si esta composición se quedará, había pensado
 para esa zona un banco de hierro que tengo que lavarle la cara, vosotr@s me vais a ayudar a decidirme.
 Hoy os muestro "la obra de un loco" como lo denomina Óscar, aunque confiesa que le gusta bastante!

Lo que si tenemos claro es que la entrada va a estar plagada de plantas, nos apetece darle mucha vida, los
suelos son de cerámica oscura y junto con las vigas que también son marrones tiende a ser triste, de modo
 que los muebles han de ser claros y livianos, queremos se vea bastante pared blanca, con lo verde
intentaremos dar alegría, un aire natural y salvaje, veremos si lo conseguimos, va a ser un reto muy interesante.
Tenía esta tabla de planchar desde hace tiempo guardada en la otra casa, Óscar la restauró y la pobre
esperaba su momento en uno de los casetos, nunca me quise deshacer de ella, sabía que le esperaban
 grandes cosas, hoy alberga un montón de plantas, mañana quizás libros, ya veremos!

El año pasado los loros eran tendencia decorativa, a mi en veranito me dan muy buenas vibraciones y la
 verdad es que me apetecía integrarlos entre las plantas, al ser cactus y nuevos esquejes en vías de
desarrollo, tenia que ponerle un ingrediente de color, las macetas antes las habría pintado de color azul,
ahora el color natural me parece muy bonito y cuanto más ajado y mas tiempo pase por él, más me gusta.
 El azul lo dejaré para los exteriores, que con el blanco me sigue encantando.

A todos nos fascinan los esqueletos de los erizos de mar, ya sea por su belleza, su forma o su color,
desde  Aristoteles a Dalí. Ya en la época medieval, se fijaban en ellos, pensaban que cuando un
erizo de mar estaba pegado a las rocas, era un aviso de tormenta.
 Aristoteles hizo un estudio profundo sobre estos enigmáticos animales en el libro "La Historia de los 
Animales", él descubrió como comían y el funcionamiento del aparato digestivo, por eso el sistema
 de masticación de los erizos de mar se llama linterna de Aristoteles.

Dalí tampoco escapo al influjo de los equinoideos, además de ser su comida preferida, también se sentía
 identificado con ellos, tanto le obsesionaban que formaron parte de varios de los "50 Secretos Mágicos
para Pintar" libro publicado en 1951.
En decoración no son muy usados, y es una pena, tienen grandes posibilidades, además de tener una
 extraña belleza, su forma y sus colores me llaman mucho la atención, así qué también lo he incluido
 en esta composición un tanto extraña, que mezcla lo tropical, lo desértico y lo marítimo.

Dependiendo del tamaño de los erizos de mar, los he utilizado como mini jarrones de buganvilias, quiero
 dejarlas secar y ver como responden, incluso he pensado más adelante en crear pequeños bosques con
 estas preciosidades, me parecen tan bonitos y se les puede sacar tanto partido...
 Me los imagino formando una composición aérea cerca de una ventana, colocando los erizos de mar
 a diferentes alturas como si fueran burbujas flotantes.

La orquídea que deje secar en uno de los erizos de mar esta quedando preciosa, por eso quería ver como
 se comportaban las buganvilias, como veis todo el post de hoy es un experimento! Ya os iré mostrando si
es un fiasco y se caen todas las hojas o por el contrario quedan todas en su lugar, con un tono rosado
 como la orquídea, que parece que se ha mimetizado con su erizo de mar

El lunes intentaré tener a punto ese banco que os contaba al principio de la entrada y lo colocaré en
el lugar de la tabla de planchar, y si os parece bien, me ayudáis a elegir cúal de las dos opciones
 queda más bonita. Hasta entonces voy a seguir disfrutando de esta composición tan peculiar, pero
 que a mi me tiene encantada!