Ya vimos las posibilidades que existen a la hora de crear
nuestro propio vestidor, guías, burras, módulos y armarios
fueron las opciones para tener la base del vestidor de
nuestros sueños. Pero hoy nos acercaremos a uno de carne
y hueso, ni es grande, ni suntuoso, simplemente es el mio.
Un vestidor con un pequeño rincón de lectura, adaptado
totalmente a mi comodidad y a mi gusto, vamos a poner los pies
en la tierra y os mostraré cómo y con qué hice mi pequeño refugio.
Para mi era muy importante conseguir un rincón de lectura donde
disfrutar de la luz que entra por la ventana, tener a mano algunos
de mis libros, poder acceder a ellos de una manera cómoda y sobre
todo que estuvieran protegidos del polvo, por eso la adquisición de
una buena vitrina con baldas es imprescindible, tuvimos la suerte
de encontrar esta vitrina antigua, que por cierto cuando la
compramos no estaba muy allá, y como no, Oscar se puso manos
a la obra y la devolvió a la vida. Nos interesaba que las baldas
fueran gruesas y robustas, tenían que aguantar bastante peso.
El diseño de la vitrina es muy sencillo, pero va prefecto
con el resto de muebles que también lo son.
Otro elemento indispensable es la lámpara, si el espacio es
pequeño, cuanto más sencilla y mas liviana mejor, puedes hacer
que destaque con la mampara, yo no me he cortado, es rosa y
no tengo nada más en este color, así que destaca de verdad!
Está claro que vamos a pasar tiempo en nuestro rincón de lectura,
por eso necesitamos un sillón cómodo donde leer sea un placer, en
revistas he visto sillones divinos y con mucho diseño, pero seamos
sinceros, no son cómodos a la hora de estar tiempo disfrutando de
un buen libro, yo lo siento, pero como para mi es un momento
placentero, me apetece estar muy a gusto, quiero que mi sillón sea
amplio y ancho para subir los pies, ya sé que no se debe, pero oye
es mi rincón! Y para que sea confortable necesito unos
buenos cojines bien mullidos.
En mi mini rincón de lectura, también he ubicado una
mesa vintage de diseño nórdico, ideal para crear un ambiente
agradable y poder depositar el libro o una taza de té.
Aquí ya podéis ver todo el conjunto, con 4 piezas se puede
tener un rincón de lectura con el que sentirnos genial, el mio es con
muebles antiguos y vintage pero ésta misma composición se puede
conseguir con cualquier estilo de muebles, simplemente se tiene
que adaptar a nuestro gusto y a nuestra personalidad, debemos
buscar y encontrar las piezas clave para conseguirlo.
Vamos con la mini-zona de vestidor, os explico un poco la
distribución; mi habitación es doble, consta de dos estancias más
bien pequeñas, de modo que tenía que jugar con el "mundo espejo"
para que el entorno parezca grande y más queriendo un rincón
de lectura.
Por eso opté por un armario de 2m x 2m de Ikea con puertas
armazón blanco y puertas correderas de espejo. Al elegir el
color blanco me aseguraba que no chocaría con los demás
muebles antiguos que lo acompañan.
Siempre se necesita tener un lugar donde poner algunos de los
complementos y zapatos que utilizamos más, seamos realistas, casi
siempre utilizamos los mismos, dependiendo de la temporada y de
nuestro estado de animo, es mejor guardar los que sabemos que no
van a ser de uso cotidiano, los que si usamos, es bueno tenerlos a la
vista, para ello he utilizado cosas muy distintas, los zapatos y
bolsos están en la típica y económica estantería Billy de Ikea, los
estantes se adaptan a la altura deseada, o incluso se pueden
añadir baldas, por eso en verano o en invierno se puede
redistribuir para ubicar botas y sandalias.
Ya sé que esta atiborrado y no sigue ninguna regla decorativa, la
mezcla de una estantería de Ikea, un maniquí antiguo para poner
collares, una mesa riñón para poner carteras o bolsos y una vitrina
estrecha para poner más libros, son una combinación loca, pero
me gusta, todo esta en un orden desordenado.
A las que nos pirra eso de la bisutería, nos tenemos que apañar
y buscar soluciones para tener todo ordenado, el sinfonier antiguo
de 5 cajones es ideal para el almacenaje de bufandas, pañuelos,
gorras... en fin accesorios varios, aunque el primer cajón, esta
dedicado a pendientes, anillos y broches.
El bargueño (mueble de madera con cajones, realizado a mano por
Oscar y mi cuñado, es una reproducción italiana de ébano, nogal y
hueso grabado) guarda collares, pulseras y brazaletes, es una
gozada tener en un espacio muy pequeño, todo en orden y
bien guardado.
Como habéis visto mi vestidor no es de gran tamaño y he podido
hacer dos ambientes integrados de una manera natural, no es ni
mucho menos de revista, pero quería que vierais que nosotras
también podemos crear un ambiente acogedor para
nuestras necesidades.
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